PLANETA SANO, VIDA SANA AGRICULTURA REGENERATIVA

Estudios realizados por la FAO indican que 815 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y aproximadamente 2000 millones no disponen de alimentos suficientemente nutritivos. Esta situación se podría mitigar mediante la gestión adecuada de los suelos.

Cultivando nuestro suelo obtenemos los alimentos que requerimos para vivir, conservando la SALUD de nuestros suelos garantizamos un PLANETA SANO y con ello tendremos una VIDA SANA.

Cuidar nuestro suelo es la mejor forma de regenerar el ecosistema, el paisaje y nuestra vida en general. Las prácticas que se han venido desarrollando en la agricultura tradicional, con el uso de fertilizantes químicos, herbicidas, insecticidas, etc., más que mantener la fertilidad del suelo, lo que han ido consiguiendo es agotarlo, disminuyendo su fertilidad y capacidad de producción. En este círculo destructivo, cada vez se usan más fertilizantes químicos para que el suelo produzca, con lo que se empeora cada vez más, y se aumenta la necesidad de emplear más fertilizantes ciclo tras ciclo. Otra consecuencia de esto es el incremento de costos y la reducción de ganancias, debido al uso indiscriminado de agroquímicos. (Agroptima 2021)

El suelo fértil es la condición principal no solo para el bienestar del ser humano, sino también para su existencia. Por eso, la agricultura regenerativa, junto con otras prácticas agrícolas respetuosas (siembra directa, conservación del suelo, agricultura orgánica), es fundamental. La degradación del suelo, al reducir significativamente el valor nutricional, la biodiversidad y las áreas adecuadas para la siembra, provoca escasez de alimentos a largo plazo. La agricultura orgánica regenerativa beneficia al suelo, revitalizando y manteniendo su fertilidad para el futuro, teniendo en mente las próximas generaciones. Las técnicas de agricultura regenerativa tienen como objetivo mitigar las consecuencias negativas de las actividades agrícolas. (Earth Observing System 2021)

¿Qué significa Agricultura Regenerativa?

Regenerativa, del latín regenerare, significa dar nueva vida a algo que degeneró.

El concepto nace del cambio total en la manera de ver la naturaleza, desde una concepción del mundo como máquina y como reserva ilimitada de recursos, hacia una visión sistémica de la vida como un todo orgánico, viviente y espiritual.

La agricultura regenerativa se define como “la rehabilitación del suelo con el objetivo de mantenerlo productivo el mayor tiempo posible para evitar la expansión agresiva a nuevas áreas”, con la excepción de territorios abandonados, así como incluyendo actividades de reforestación y restauración de turberas, entre otros. La regeneración de los suelos no solo tiene implicaciones positivas en el balance de carbono terrestre, sino también se ve reflejada en una mayor productividad en los cultivos y forrajes. A diferencia de la agricultura orgánica, la cual disminuye la concentración excesiva de agroquímicos en los suelos y cuerpos de agua, la agricultura regenerativa permite producir más con una menor cantidad de insumos. (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, 08-2021).

A través de un manejo integral del suelo, atendiendo ciertos aspectos como la fertilidad y la microbiología, se puede aumentar tanto la resiliencia de los suelos a extremos climáticos (principalmente a las sequías) y por ende una mayor estabilidad financiera para los agricultores. Por ejemplo, se cree que, en los Estados Unidos, los ingresos a largo plazo de una hectárea bajo estas prácticas pueden duplicar a los ingresos de una hectárea con métodos convencionales debido a un menor requerimiento de insumos, una menor pérdida de suelos y mayores rendimientos como resultado de su resiliencia ante el calentamiento global (Ej. Asseng et al., 2015).

 

Ventajas directas e indirectas de la agricultura regenerativa

  • Contribuye a mitigar las necesidades alimentarias mundiales.
  • Reconstrucción orgánica y mineralización del suelo, con recuperación de la fertilidad.
  • Disminución y detención de la erosión del suelo.
  • Combatir el cambio climático.
  • Absorción de dióxido de carbono.
  • Elimina las emisiones de efecto invernadero.
  • Protección de las aguas subterráneas, gracias a la reducción o ausencia de escorrentía de pesticidas y fertilizantes químicos.
  • Enfrenta las sequías.
  • Reducción de los costos debidos a la gestión y los tratamientos con plaguicidas.
  • Contribuir a la biodiversidad.
  • Aumentar el valor nutricional. La diversidad de cultivos cultivados asegura una nutrición más equilibrada.

Leave a Comment